sábado, 24 de marzo de 2012

Maxi.



Mi perrito... ya no estás para mover la colita en la ventana de la cocina.
Ya no estás para ladrar en los temblores ni para esperar la llegada de tu familia.

Ya no estás para hacernos un poquito más felices ni para quitar el pan de la mesa después de que estábamos almorzando.
Ya no estás para comer tomate, para pedir los huesitos de la carne.
Ahora estás en quizá dónde y tu cuerpo en ese hoyito, todo empolvado y blanco.
Pero estarás entre nosotros. Desde el primer día que llegaste. 
Estarás en nuestros recuerdos, siempre.

Te Amamos.

sábado, 17 de marzo de 2012

Crímenes perfectos.

Me olvidé de la melodía que sonaba cuando me hablabas y de la forma respetuosa en que me tratabas. Me olvidé de nuestras conversaciones, de los abrazos, de los besos y de nuestros momentos. Olvidé las cosas por ti.

Pero me hiciste recordar nuevamente, me hiciste temblar. Me hiciste saber que todavía hay una canción de amor y que podremos siempre decir una vez más. Porque a pesar de todo, lo primero fue querer hacerme borrar. Que me fuera pronto, que no te hablara, que no me acercara ni a ti ni a lo que tienes y eres hoy. Yo no lo hice, porque también quiero que tú recuerdes siempre que yo me arrepentí, que aún te quiero y quiero que estés feliz.

Y por todas esas cosas admiro tu valentía, porque no salgo a buscarte porque sé que corro el riesgo de encontrarte.