domingo, 18 de octubre de 2015

Te extraño tanto

Extraño mucho estar contigo, tu compañía por las calles y tu mano segura tomando la mía. Extraño los domingos fríos en tu pieza, con la mantita de polar y la estufa encendida, con los pasteles de la Dulce Nany. Extraño los trayectos a mi casa, que algunas veces fueron discusiones, otras silencios -que disfruto a tu lado- y tantas otras de reírnos, de conversar, de acompañarnos.
Extraño verte llegar a mi facultad y sentir la libertad de un día viernes. Extraño almorzar y tomar once con tu familia, extraño terriblemente la paz que siento cuando estoy contigo.
Javi, te extraño tanto.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Gracias Valencia

Estar lejos ha sido difícil, ha significado extrañar pequeños detalles de mi vida en Chile. He sentido la nostalgia de recordar momentos cotidianos, de pensarme caminando por una calle del centro de Santiago, o en el parque de la Ciudad Satélite, o caminando por Enrique Olivares para ir a verte.
También ha sido gratificante. Pensé que estar acá me iba aliviar en muchos sentidos, como por ejemplo descansar de los conflictos familiares. Sin embargo, he valorado lo que tengo y me he dado cuenta que prefiero los conflictos de mi familia y entorno, que tener que lidiar con personas que no conozco y que tengo que soportar casi de forma obligada.
Mi vida en Chile es bella. No es perfecta, claro está, es que nada puede serlo. Pero tengo una familia que me quiere, que me acompaña, que se preocupa por mí y que me entrega todo lo posible. Un pololo maravilloso, pocos pero buenos amigos, un país bello, con gente cálida y cercana y montón de cosas que no podría valorar si no estuviera tan lejos.