martes, 9 de diciembre de 2014

Ahora que te encuentro

Ahora que la vida nos arranca nuestra manta,

y perdido e hipocondríaco, ya no duermo de un tirón.
Ahora que la noche es un rumor de risa ajena
que se aleja por la calle y nos congela el corazón.



Ahora que respiro y resulta más difícil
sacar bajo nuestra piel las astillas del recuerdo.
Ahora que me pierdo las auroras de Madrid
y no suenan en las radios las canciones que te debo.



Ahora que te miras por más tiempo en los espejos,
ahora que necesitamos excusas para emborracharnos.
Ahora que la brisa no enmaraña nuestro pelo,
ahora que ya no marcamos tantos goles con la mano.



Ahora que discuto a gritos con el telediario,
que reconozco en mi enojo las manías de mi padre.
Ahora que en los bares ya no crecen crisantemos,
que regreso de muy lejos y no deshago el equipaje.



Ahora traes la lluvia y, aunque ya no tenga edad,
me desvisto en la tormenta, grito tu nombre en la calle.
Ahora que te encuentro todo se vuelve verdad,
se derrumban los palacios y traes verde a sus solares.



Haces que este otoño ilumine mis mañanas
y haga callar al reloj del vientre del cocodrilo.
Traes un corazón para cada hombre de hojalata.
Ahora cambias mis razones y me vistes de domingo.



Ahora que he aprendido a desaprender las reglas
y que todo temporal nos regala una enseñanza,
y a decir que te amo con 140 letras
o a encerrar en un gin tonic todas nuestras esperanzas.



Ahora que las noches sin tu luz me han enseñado
que toda felicidad deja algún damnificado,
que, en las caracolas, el mar nombra tu recuerdo,
que revuelvo mis cajones para encontrar tu retrato.



Ahora traes la lluvia y, aunque ya no tenga edad,
me desvisto en la tormenta, grito tu nombre en la calle.
Ahora que te encuentro todo se vuelve verdad,
se derrumban los palacios y traes verde a sus solares.



Haces que este otoño ilumine mis mañanas
y haga callar al reloj del vientre del cocodrilo.
Traes un corazón para cada hombre de hojalata.
Ahora cambias mis razones y me vistes de domingo.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Veintisiete.

Leí una carta tuya que me diste para un cumpleaños.
Te vi el otro día en el paradero de la micro y no me reconociste.
Veo tu Facebook, no te reconozco.
Ya es definitivo.

jueves, 25 de septiembre de 2014

y empezar de nuevo

Te recuerdo de manera simple
Te escucho en las canciones que hablan de alegrías, de optimismos...de tiempos mejores.
Pero todo eso no cambia nada.

lunes, 14 de julio de 2014

Recuerdo

Me levanto temprano, moribundo. 
Perezoso resucito, bienvenido al mundo. 
Con noticias asesinas me tomo el desayuno.

Camino del trabajo, en el metro, 
aburrido vigilo las caras de los viajeros, 
compañeros en la rutina y en los bostezos.

Y en el asiento de enfrente, 
un rostro de repente, 
claro ilumina el vagón.

Esos gestos traen recuerdos 
de otros paisajes, otros tiempos, 
en los que una suerte mejor me conoció.

No me atrevo a decir nada, no estoy seguro, 
aunque esos ojos, sin duda, son los suyos, 
más cargados de nostalgia, quizás más oscuros.


Tiene los mismos ojitos, como un poco razgados, chiquititos, algo tristes y pensativos.
Su pelo está un poco raro, como desordenado, descuidado, como si hace muchísimo tiempo que no se lo cortara, pero que a pesar de eso, no le creciera.
Toma el celular y cambia la música, ¿qué estará escuchando?
¿Se habrá dado cuenta que soy yo quien está en frente? ¿No querrá saludarme? ¿Qué pensará por todo lo que lo he mirado? ¿Será él?


Pero creo que eres tú y estás casi igual, 
tan hermosa como entonces, quizás más. 
Sigues pareciendo la chica más triste de la ciudad.


Me miró. Yo creo que ya se dio cuenta que lo estoy mirando fijo, sin ningún disimulo. Me está evitando. No quiere encontrarse con mi mirada. Se parece mucho, debe ser él.


Cuánto tiempo ha pasado desde los primeros errores, 
del interrogante en tu mirada. 
La ciudad gritaba y maldecía nuestros nombres, 
jóvenes promesas, no, no teníamos nada.

Dejando en los portales los ecos de tus susurros, 
buscando cualquier rincón sin luz. 
"Agárrate de mi mano, que tengo miedo del futuro", 
y detrás de cada huida estabas tú, estabas tú.

En las noches vacías en que regreso 
solo y malherido, todavía me arrepiento 
de haberte arrojado tan lejos de mi cuerpo.

Y ahora que te encuentro, veo que aún arde 
la llama que encendiste. Nunca, nunca es tarde 
para nacer de nuevo, para amarte.

Debo decirte algo antes de que te bajes 
de este sucio vagón y quede muerto, 
mirarte a los ojos, y tal vez recordarte, 
que antes de rendirnos fuimos eternos.

No le voy a hablar. Al final, me da miedo su reacción. Hace tanto tiempo que no lo veo y que no hablo con él, que en verdad ya perdí la cuenta. No tengo idea qué pensará de mí, no sé si aún finge o si en verdad ya le soy indiferente.

Me levanto decidido y me acerco a ti, 
y algo en mi pecho se tensa, se rompe. 
"¿Cómo estás? Cuánto tiempo, ¿te acuerdas de mí?" 
Y una sonrisa tímida responde:

"Perdone, pero creo que se ha equivocado". 
"Disculpe, señorita, me recuerda tanto 
a una mujer que conocí hace ya algunos años".

Más viejo y más cansado vuelvo a mi asiento, 
aburrido vigilo las caras de los viajeros, 
compañeros en la rutina y en los bostezos.

lunes, 16 de junio de 2014



El compañero de las alegrías más felices
y de las más profundas tristezas
Gracias, infinitas gracias por ser el mejor

Día del padre

Debiera ser para mí un día triste.
Podría sentir pena, y no tendría ningún pecado. Se entendería
Pero al final, siento rabia.
Rabia con mi mamá porque me obliga a llamar papá a quién no lo es.

jueves, 12 de junio de 2014

Nostalgia

"Usted suele sentir lo que otros llaman nostalgia. No siempre siempre trata de reír y estar alegre, pero a veces -qué le vamos a hacer- le agarra eso de la nostalgia, animal ofendido. Y entonces es como un dolor muy poco inteligente que le va avanzando sin ton ni son por el cuerpo y que no oprime allí donde debería oprimir un dolor cualquiera. Como esos dolores de los que sí vale la pena hablar, los que todo el mundo sufre: la falta de amor o el dolor de cabeza o las tripas de estopa. Cosa de todos y de todos los días. Lo que mata es lo otro: la añoranza de aquello que nunca llegará tan siquiera a dejarse entrever, a sugerirse"

miércoles, 14 de mayo de 2014

Más vale tarde

Algún día dejaremos la cobardía. Seremos capaces de hacer lo incierto, de arriesgarnos por aquello que deseamos.Algún día enfrentaremos el miedo, el terror a lo desconocido.


Muere lentamente [...] 
quien no arriesga lo cierto por lo incierto 
para ir detrás de un sueño,
quien no se permite, por lo menos una vez en la vida,
huir de los consejos sensatos

martes, 13 de mayo de 2014

no está perdido aquello que no fue

El amor es la piedra que Sísifo empuja.
El mundo el cascabel de un gato asustado.
Nadie nos avisó que amar es doler,
que crecer es aprender que para regresar,
y para casi todo, es tarde,
y aquello que no fue
nuestro más leal amante.
Así que brindemos ahora viejo amigo:
que acabe este otoño y resuelva el misterio
del eclipse en tu pecho, que aún no nos rendimos.
De la noche aprendimos viejos sortilegios
que ayudan a conjurar
al reloj y sus espectros.
Sísifo abandona hoy su piedra en la cima
y el gato se duerme esta noche en tus brazos.
Quizás tengan razón y amar es doler
pero quién diablos quiere regresar
si lo que cuenta es aprender
que no está perdido aquello que no fue,
que no está perdido aquello que no fue.