Te agradezco, amiga mía, por tu presencia
por el cariño que me hacías en los brazos mientras yo lloraba
por preocuparte de prestarme luces para mi bicicleta en los trayectos de noche
por preguntarme cada dos horas cómo estaba en ese tiempo que estuve tan mal
por mostrarme que no puedo buscar contención donde no la hay
por ofrecerme tu amor, tus brazos, tu tiempo
no voy a olvidarme nunca de todo eso
no sé muy bien qué pasó, pero te entrego el tiempo, la distancia, como un acto de mi más profunda amistad y comprensión
Te extraño mucho, eres la hermana que yo elegí.
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