martes, 9 de diciembre de 2014

Ahora que te encuentro

Ahora que la vida nos arranca nuestra manta,

y perdido e hipocondríaco, ya no duermo de un tirón.
Ahora que la noche es un rumor de risa ajena
que se aleja por la calle y nos congela el corazón.



Ahora que respiro y resulta más difícil
sacar bajo nuestra piel las astillas del recuerdo.
Ahora que me pierdo las auroras de Madrid
y no suenan en las radios las canciones que te debo.



Ahora que te miras por más tiempo en los espejos,
ahora que necesitamos excusas para emborracharnos.
Ahora que la brisa no enmaraña nuestro pelo,
ahora que ya no marcamos tantos goles con la mano.



Ahora que discuto a gritos con el telediario,
que reconozco en mi enojo las manías de mi padre.
Ahora que en los bares ya no crecen crisantemos,
que regreso de muy lejos y no deshago el equipaje.



Ahora traes la lluvia y, aunque ya no tenga edad,
me desvisto en la tormenta, grito tu nombre en la calle.
Ahora que te encuentro todo se vuelve verdad,
se derrumban los palacios y traes verde a sus solares.



Haces que este otoño ilumine mis mañanas
y haga callar al reloj del vientre del cocodrilo.
Traes un corazón para cada hombre de hojalata.
Ahora cambias mis razones y me vistes de domingo.



Ahora que he aprendido a desaprender las reglas
y que todo temporal nos regala una enseñanza,
y a decir que te amo con 140 letras
o a encerrar en un gin tonic todas nuestras esperanzas.



Ahora que las noches sin tu luz me han enseñado
que toda felicidad deja algún damnificado,
que, en las caracolas, el mar nombra tu recuerdo,
que revuelvo mis cajones para encontrar tu retrato.



Ahora traes la lluvia y, aunque ya no tenga edad,
me desvisto en la tormenta, grito tu nombre en la calle.
Ahora que te encuentro todo se vuelve verdad,
se derrumban los palacios y traes verde a sus solares.



Haces que este otoño ilumine mis mañanas
y haga callar al reloj del vientre del cocodrilo.
Traes un corazón para cada hombre de hojalata.
Ahora cambias mis razones y me vistes de domingo.

lunes, 16 de junio de 2014



El compañero de las alegrías más felices
y de las más profundas tristezas
Gracias, infinitas gracias por ser el mejor

Día del padre

Debiera ser para mí un día triste.
Podría sentir pena, y no tendría ningún pecado. Se entendería
Pero al final, siento rabia.
Rabia con mi mamá porque me obliga a llamar papá a quién no lo es.

jueves, 12 de junio de 2014

Nostalgia

"Usted suele sentir lo que otros llaman nostalgia. No siempre siempre trata de reír y estar alegre, pero a veces -qué le vamos a hacer- le agarra eso de la nostalgia, animal ofendido. Y entonces es como un dolor muy poco inteligente que le va avanzando sin ton ni son por el cuerpo y que no oprime allí donde debería oprimir un dolor cualquiera. Como esos dolores de los que sí vale la pena hablar, los que todo el mundo sufre: la falta de amor o el dolor de cabeza o las tripas de estopa. Cosa de todos y de todos los días. Lo que mata es lo otro: la añoranza de aquello que nunca llegará tan siquiera a dejarse entrever, a sugerirse"

miércoles, 14 de mayo de 2014

Más vale tarde

Algún día dejaremos la cobardía. Seremos capaces de hacer lo incierto, de arriesgarnos por aquello que deseamos.Algún día enfrentaremos el miedo, el terror a lo desconocido.


Muere lentamente [...] 
quien no arriesga lo cierto por lo incierto 
para ir detrás de un sueño,
quien no se permite, por lo menos una vez en la vida,
huir de los consejos sensatos

martes, 13 de mayo de 2014

no está perdido aquello que no fue

El amor es la piedra que Sísifo empuja.
El mundo el cascabel de un gato asustado.
Nadie nos avisó que amar es doler,
que crecer es aprender que para regresar,
y para casi todo, es tarde,
y aquello que no fue
nuestro más leal amante.
Así que brindemos ahora viejo amigo:
que acabe este otoño y resuelva el misterio
del eclipse en tu pecho, que aún no nos rendimos.
De la noche aprendimos viejos sortilegios
que ayudan a conjurar
al reloj y sus espectros.
Sísifo abandona hoy su piedra en la cima
y el gato se duerme esta noche en tus brazos.
Quizás tengan razón y amar es doler
pero quién diablos quiere regresar
si lo que cuenta es aprender
que no está perdido aquello que no fue,
que no está perdido aquello que no fue.