Debiera ser para mí un día triste.
Podría sentir pena, y no tendría ningún pecado. Se entendería
Pero al final, siento rabia.
Rabia con mi mamá porque me obliga a llamar papá a quién no lo es.
"Usted suele sentir lo que otros llaman nostalgia. No siempre siempre trata de reír y estar alegre, pero a veces -qué le vamos a hacer- le agarra eso de la nostalgia, animal ofendido. Y entonces es como un dolor muy poco inteligente que le va avanzando sin ton ni son por el cuerpo y que no oprime allí donde debería oprimir un dolor cualquiera. Como esos dolores de los que sí vale la pena hablar, los que todo el mundo sufre: la falta de amor o el dolor de cabeza o las tripas de estopa. Cosa de todos y de todos los días. Lo que mata es lo otro: la añoranza de aquello que nunca llegará tan siquiera a dejarse entrever, a sugerirse"